Me he cansado de lo de siempre, del mismo día a día… día tras día…
Intento mantenerme ocupado para huir de la realidad, como si esta fuese una enfermedad, siempre teniendo algo que hacer, aunque sea perder el tiempo, algo que hacer, algún sitio al que ir, quejándome de lo ocupado que estoy, y del no parar que es mi vida, pero que en realidad me da pánico estar desocupado, sentir que el tiempo se me escapa como una ráfaga de aire entre mis dedos al intentarla frenar. Pero todo eso no es otra triste realidad de un signo de infelicidad, distrayéndonos de las cosas importantes, de las preguntas existenciales, de la realidad más dura…
El pararnos dos segundos, y hablar con nuestro yo, preguntándonos:
- ¿Quiénes somos?
- ¿Qué hacemos aquí?
- ¿A dónde voy?
- solamente apareciendo cuando nos paramos un segundo y nos enfrentamos a ese gran león.
Estoy cansado de soportar tanto peso, de no sentirme libre ni un segundo, de sentir que le doy demasiada importancia a las cosas y a las personas cuando estás tan siquiera significan nada, o ni tan siquiera tengo un mínimo de importancia para ellas.
Todos aquellos momentos en que no arriesgamos en que nos sentimos inútiles, cuando no arriesgamos, un viernes o un sábado noche para quedarse en casa porque sabe que al otro día se ha de trabajar, el que cancela una cita porque está cansado, el que se agobia con nada y pone excusas como un cobarde, el que no arriesga porque piensa que va a saber cómo acabará la historia, o por el simple miedo, el que protege su espacio con uñas y dientes, el que en cualquier situación no se tira a la piscina porque cada día su vida es pura rutina, porque puede hacernos perder todas estas cosas, todo lo que tenemos creado o por crear, pmiedo a perderlo sin tan siquiera tantas veces haberlo intentado. Pero, ¿cuál es la única solución para romper todos esos tabúes y dejar de sentirse encadenado?, ¿vivir? … joder, no es tan fácil creo yo.
Pero el otro día llegue a la conclusión de que lo peor que puedo hacer es no internarlo, aunque me canse y lo mande todo a tomar viento, y decir, punto, es no intentarlo de nuevo con otra cosa, porque por mil veces que parezca lo mismo si nos fijamos siempre hay algo distinto, somos como una roca virgen, sin pulir y que por muchos golpes que recibamos por las personas o la vida, son los mismo que recibió la roca para volverse esa majestuosa obra de arte. Que si quieres saltar alto y llegar lejos, has de aprender a caerte y tallarte, a aguantar el estrés, el cansancio y toda esa responsabilidad que aunque parezca que agoten, y te roben todo el tiempo únicamente te están curtiendo como el caballero se curtió en las mil batallas. Así que es mejor respirar profundo, y no huir de todos esos golpes y momentos de rabia, porque al igual que aprender a fracasar es bueno, el aprender a superar estos malos momentos me vuelven más fuerte.
Porque lo que sí que tengo claro es algo, es que quiero largarme, largarme lejos, un día, un segundo, un año, toda la vida…
De lo que huele y recuerda a lo viejo, a mi pasado, de lo que me sobra y no brilla, alejarme de los silencios y de las mentes vacías, de las opiniones de las masas que tantas veces me suda y que otras duelen tanto, el no quedarme donde no me quieren, en donde está el pero, el tal vez si, el ojala, el somos tan distintos, el me recuerda ha, o él y si mañana, el largarme de toda ese vacío existencial y mierda que puede haber a mi alrededor…. de todo aquello inservible que solo hace que toda esa presión cada día pese más…
Solo sé que me faltan pelotas y me sobran motivos para largarme porque sé que si al final me quedo y decido no irme, el no saltar y quedarme, moriré un poco más y no poder salir de ese pozo en el que caeré como en un bucle.
Y eso no lo pienso permitir, jamás lo he permitido, despréndete de lo innecesario que simplemente haga carga en tu mochila. Déjala más ligera, sabes que será duro, pero será después las mejores decisiones que habrás tomado. Te sentirás extraño por tres días, pero, después, liberado.
Así que haz algo distinto durante tu día, cambia tu primero, sin esperar a que el resto cambie, porque si tu cambias tu alrededor cambiará. Tal vez luego no sean las mismas personas o lugares, pero veras que todo eso será un bien para ti.
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CARLOS SRF
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